9/01/2006

La vida de un periodista vale más que una noticia

  • El Instituto Internacional para la Seguridad de Prensa promueve la cultura de la autoprotección.
  • En los últimos doce años, mil ciento noventa y dos periodistas y trabajadores de medios han sido asesinados.

Por Pablo Emilio Buitrago/CPS

“El trabajo del periodista consiste en narrar, no convertirse en una historia”. Esta frase contenida en el Manual de Protección para Periodistas “Noticias en Vivo”, publicado por la Federación Internacional de Periodistas, FIP, y editado en Colombia por el Centro de Solidaridad CESO-FIP, enfatiza el valor de la vida de los informadores por encima de cualquier noticia.
La preocupación de la FIP por la seguridad de los periodistas tiene razones de peso: la organización recopiló una lista de mil ciento noventa y dos periodistas y trabajadores de medios asesinados en los últimos 12 años, estadística dramática aún sin contar los heridos ni aquellos que quedaron impedidos como consecuencia de una situación traumática en ejercicio de su profesión.
“¿Vale la pena morir por cualquier historia o imagen?”, se pregunta en el manual, para responder que aún las mejores historias e imágenes adquieren valor solamente cuando son vistas o leídas y para eso se necesitan periodistas vivos.
Algo elemental que los periodistas de espíritu temerario suelen olvidar y que algunas empresas periodísticas no tienen en cuenta cuando envían a sus reporteros en misiones peligrosas.
En respuesta a estas preocupaciones nace en noviembre de 2002 el Instituto Internacional para la Seguridad de la Prensa, INSI, creado por la FIP (la mayor asociación de periodistas del mundo con quinientos mil afiliados en más de 110 países) y el Instituto Internacional de Prensa, junto a varias organizaciones profesionales, grupos de libertad de prensa, medios y asociaciones periodísticas.
El INSI promueve “prácticas idóneas de seguridad en las áreas de formación, trabajo de campo, equipamiento, sanidad y seguros”. Con sede en Bruselas, sus acciones se extienden a cualquier país en donde hay un periodista en riesgo.
“Hemos dado capacitación a más de quinientos periodistas en doce países, en menos de dos años”, afirma Sarah de Jong, directora adjunta de INSI.
Sarah estuvo en Bucaramanga durante un Taller de Autoprotección en el que se brindó entrenamiento en seguridad básica a medio centenar de periodistas colombianos.
“Lo que hacemos es pedirle a países y organizaciones donantes que nos ayuden para venir a países como Colombia y ayudar a los periodistas en estos temas de seguridad”, explica Sarah. El taller contó con el respaldo financiero de la Embajada Británica en Colombia y al mismo se unieron la FIP (a través del INSI y CESO-FIP) y la Fundación para la Libertad de Prensa, Flip.
Colombia es un país considerado de alto riesgo para el ejercicio periodístico debido a complejos factores de violencia que van desde la corrupción política y militar hasta la delincuencia común, pasando por guerrillas, paramilitares, carteles del narcotráfico y sicarios a sueldo.
¿Y cuáles son los resultados de estas capacitaciones?
“Es difícil calcular los resultados pero recibimos respuestas de periodistas que han puesto en práctica lo que aprendieron cuando enfrentaron alguna situación de riesgo y les ha servido –responde Sarah– Ahora escuchamos menos historias de peligros de periodistas y nos gustaría pensar que eso se debe en parte a esta capacitación que trata de cambiar la mentalidad del periodista para que no salga corriendo a cubrir la noticia sin antes pensar en cómo se va a proteger”.
Sarah de Jong considera que los periodistas colombianos darán un paso importante cuando logren consolidar una Federación Nacional que los represente y abogue por sus derechos laborales y profesionales.
Tareas como la creación de un Fondo de Solidaridad y el cumplimiento de la norma que ordena a las empresas periodísticas a establecer pólizas de seguros de vida para sus reporteros en misiones peligrosas, deberán ser asumidas por una Federación Nacional de Periodistas, concluye la directora adjunta del INSI.